Otra vez perdido,
entre un llanto inseguro. Otra vez asido a recuerdos indebidos que a mi alma
envía a la muerte. Estoy confundido tal vez, no lo sé; también dirijo la mirada
al deseo inmortal y consigo respuesta que al corazón golpea y a la mente aturde.
Pienso en el secreto y quiero decirle adiós para no morir de pena. Pienso
también en ella, sí, en ella y como el viento golpea al ras del camino perdido
a la noche enconoso, ella vive en mí tan propio como mi respiro. Te amo, eso
sea mi última voluntad de este pobre ya echado a silencios.
miércoles, 5 de noviembre de 2014
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